jueves, 25 de junio de 2009

Progenitores





Si hola, Sr. Viviendo deprisa,

Vamos a ver, ya sé que llevo días sin escribir y tu pene estaba a punto de explotar y echarlo todo a perder. No sufras más, aquí estoy otra vez, al pie del cañón, amándote como el primer día, y pienso seguir demostrándotelo mal que te pese.

Desde el lunes tengo visita en casa de mis padres, los que me dieron la vida y a los que les debo este cuerpazo de infarto.

Estos días están desarrollándose mejor de lo que pensaba, ya pasaron los nervios iníciales y la incertidumbre de si todo irá correctamente, si se sentirán cómodos y si te aceptarán en la familia Vaquerizo. Bueno, si aceptaron a Mario, como no iban a quererte a ti, con tu buen perfil y buen cutis.

La cuestión es que debido a la falta de costumbre de tener a dos adultos de estas características en casa, es bastante agotador (sin contar que llevo alrededor de dos semanas durmiendo en un colchón en el suelo que tiene unos 30 años).

Ayer pasé por debajo de tu casa, nos paramos y les indiqué la ventana donde dormitaba la persona a la que amaba y respetaba, ellos asintieron y seguimos nuestro camino hacia plaza España. Si, ese es mi truco, les hago andar mucho para cansarles como a los niños, y así tenerlos tranquilitos el resto de la tarde.

Sé que soy un genio, no hace falta que me tires flores.

Ah, por último te quiero contar una cosa, sé que te hará gracia porque eres un invertido. Por las mañanas Luis les pone a los Gallows a toda polla y mi madre está empezando a sufrir síntomas de esquizofrenia, no creo que tenga relación, pero le he dado instrucciones a Luis para que siga poniéndolo cada vez más alto, para poder documentar tan magno experimento científico.

Mañana acaba el experimento y mostraré el resultado en este blog.

Siempre tuyo,

Lefando fuego.

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