viernes, 4 de diciembre de 2009


Ignorante Lefando,
Iba a contarte una bonita historia sobre un pez espada que decide dejar las aguas para entrar en el mundo terrestre. En nuestro ambiente se siente tan cómodo que decide instalarse en un precioso apartamento de dos habitaciones. Pero creo que no tiene sentido que un pez espada haga esas cosas. No lo tiene, ¿verdad?
No. Definitivamente es todo obra de la imaginación de un indigente cerebral. Así que no te voy a dar la murga con estupideces. No te lo mereces. Nuestro último encuentro supuso mucho para mí y mi autoestima. Desde entonces he iniciado una vida nueva. Ya no tengo ideas absurdas. Ya no se me puede llamar loco. Soy una persona normal. Con sus inquietudes, claro está. Pero normal, al fin y al cabo. Estoy harto de que me tomen por un incapaz mental. Por un zopenco inútil que no sabe más que hablar sobre los peces terrestres y emitir sonidos vocales con una dudosa intención racional. No, querido Lefando. Esos días quedaron atrás. Ya no voy a suministrar más arsénico a Pau Guitelzon para que con él cometa atrocidades contra otras personas. No volveré a disimular vehementemente cuando alguien me descubra masturbándome en el salón. No imitaré a ningún animal aunque tenga motivos para hacerlo. He sido despreciable y lo asumo. Ahora soy el nuevo hombre perfecto que cualquier mujer quisiera a su lado.
Y quiero agradecértelo a ti, Lefando. Tú que has dado tu vida por mí. Bueno, casi. Como aquella vez que dejaste de respirar durante 8 días en señal de protesta, porque yo había intentado subir hasta el ático de tu casa con un monopatín por las escaleras. Por ello, por que reconozco que eres un ser admirable, quiero alabarte y hacer un homenaje a tu persona. Mi forma de hacerlo es contando a nuestros lectores la verdadera historia de Lefando Fuego...

LA VERDADERA HISTORIA DE LEFANDO FUEGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORL!

Lefand Fuego, nació totalmente calvo en una ciudad llamada Valladolid. No todos se ponen de acuerdo a la hora de asegurar la fecha de su nacimiento. Algunos, incluso dudan de que naciera. Estos últimos afirman que nacer no es necesario para existir, a menos que seas sólo un personaje literario. Pero ese es otro tema. Criado entre las cabras y los osos, el pequeño Lefando se labra un futuro tirando piedras a una tapia que la familia había acondicionado para tal fin: que Lefando tirara piedrecitas contra ella. A la edad de 12 años, algunos dicen que fue a los 20 años, Lefando comprende que la comida es para comer y no para vestirse con ella. Meses después sus padres se dan cuenta de que su hijo es un perfecto inútil y dejan de instruirle en el arte de arrojar piedras. Así que le dan ciento sesenta y seis pesetas y le mandan al extranjero. En ese país se establece y se empadrona durante unos cuantos años hasta conseguir la nacionalidad extranjera. Allí también conoce a su primera novia: Matilde, una vigorosa aprendiz de lucha grecorromana. En pocos meses, y después de haber sido víctima de multiples envenenamientos por parte de Matilde (quien apesar de todo dice tener una gran simpatía por Lefando), abandona el lecho familiar y vuelve a España. Aquí escribe su primer prospecto de unos supositorios. Muchos no lo saben, pero Lefando es el inventor de la expresión "vía rectal". Luego Lefando realizó una serie de viajes al pasado con una máquina que él mismo había confeccionado. Durante sus viajes conoció a Hitler, Mussolini y Francisco Franco, a quienes confundió con antiguos pobladores de la llanura australiana. Una vez en el presente, Lefando Fuego fue nominado a los premios Gay del Año y...

No prefieres que te cuente la del pez espada?

siempre con odio,
Viviendo Deprisa

PD: Adjunto foto de las berenjenas rebozadas que hice el otro día.