jueves, 10 de septiembre de 2009

Demencia navideña


Mesetario Lefando,

Podría inventar mil excusas para explicarte por qué no te he escrito antes. Tengo en cuenta que soy yo quién más ha criticado nuestra falta de actividad. No voy a contarte milongas. Te diré la verdad. Verás, he estado muy ocupado repartiendo los regalos de Navidad. De pronto sentí una impaciencia terrible. Un irrefrenable deseo invernal. "La Navidad no llega", me dije, "Papá Noel se está haciendo el remolón". Así que decidí ponerme manos a la obra y desempeñar su tarea por él. Estuve largo tiempo recorriendo las casas de nuestro país, nuestro continente y el de otros seres humanos haciendo feliz a los más pequeños y a los más mayores. A los dos días supe que había hecho mal y que había actuado movido por la demencia transitoria. Así que desanduve lo andado y volví a recorrer el mundo recupernado los regalos, a veces, de manos de incrédulos unos, y bromistas otros. Tuve que lidiar con la avaricia de la gente y con las tripas de aquellos a los que le había regalado algún tipo de comida que ya habían digerido. "¡Dame eso, gordo inmenso!", le tuve que decir a un alemán bigotudo que estaba apunto de devorar un salmón aún vivo.

Puedes creerlo o no, pero debes saber que mis intenciones hacia ti no han cambiado. Quiero que iniciemos un nuevo negocio familiar juntos. Un salón de piercings y tatuajes. Sé que eres hábil con las agujas.

Tuyo,
Viviendo Deprisa

PD: la foto corresponde al sitio donde me he masturbado los últimos meses.

1 comentario:

  1. Los reyes no son los padres. Es una falacia consentida por nuestros progenitores. Lo mismo que la masturbación asistida bio-mecánicamente. No hay datos que corroboren que exista. Viene esto a colación por la máxima que dirige mi oscura vida. Si, me masturbo con el teclado de mi pc mientras veo a los camellos beber y comer la leche y las galletas que les dejo en mi puerta. Pero solo en verano.

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